Cómo administrar tu energía

Evitar el agotamiento emocional en el trabajo

Cuando nos enteramos de que se iba, la sorpresa fue mayúscula. A ella siempre le había gustado lo que hacía y siempre daba el 100%. Era una persona brillante, con una actitud muy positiva, alguien en quien siempre se podía confiar, comprometida y apasionada. ¿Qué le ocurrió? ¿Cómo se pudo llegar a este brusco final? Me dijo que estaba agotada y que ya nada le importaba. Estaba mentalmente exhausta y lo quería dejar.

No importa si nuestro trabajo nos gusta mucho; todos sabemos que, a veces, las situaciones nos sobrepasan. Podemos echar la culpa a la carga de trabajo, a la organización o a las circunstancias. Pero, si somos sinceros con nosotros mismos, y pese a nuestras buenas intenciones, hemos de reconocer que nuestro comportamiento y nuestras decisiones también nos llevan a donde estamos.

Así pues, ¿cómo podemos mantener la positividad y la energía a largo plazo? ¿Qué estrategias tenemos a nuestro alcance para administrar nuestra energía y evitar que nos derrumbemos?

A continuación le mostramos algunos comentarios personales de consultores de Krauthammer cuya lectura le resultará interesante:

Coralie Krumpholtz, consultora en Alemania:

Solo soy capaz de dar el 100% en el trabajo cuando me siento sana, feliz y llena de energía. Por eso, soy muy disciplinada a la hora de planificar el tiempo que dedico a hacer ejercicio, a pasar tiempo con mis seres queridos y a la meditación, incluso cuando mi agenda está a rebosar. Además, siempre me pregunto: “¿Es este mi trabajo o estoy perdiendo el tiempo con cosas que no son de mi responsabilidad y que otras personas podían hacer de una manera mucho más rápida?” Por la noche, me planifico el día siguiente de modo que siempre encuentro un rato para meditar (por ejemplo, me levanto 20 minutos antes o medito en el avión o en el tren). Sé que esos 20 minutos me dan más energía que 20 minutos de sueño o de mirar el teléfono, así que para mí no es difícil encontrar ese hueco.

Juan Campoo, consultor en los Países Bajos:

La conciencia y el autoconocimiento son aspectos importantes. Si sabes cuáles son las causas de tu agotamiento emocional, entonces puedes tomar medidas proactivas para evitar o para superar este tipo de situaciones. También hay que ser consciente de las cosas concretas que uno hace cuando está agotado. Pide a la gente que tienes a tu alrededor que te ayude a detectar estas señales; después de todo, no se puede luchar contra un enemigo invisible. Por último, estas señales te mostrarán cuáles son tus limitaciones o aquellos aspectos en los que tienes algunas carencias. Desarrolla tus habilidades: aprende a decir «no», pon límites, pide ayuda, delega y colabora. Personalmente, procuro equilibrar los periodos de actividad e inactividad (entre estos últimos no cuento ver Netflix en mi smartphone) durante la semana y en el transcurso del día, y así me siento más fuerte.

Dorinda Dekker, consultora de Programas Abiertos en los Países Bajos:

Hoy en día, lo habitual es trabajar con plazos ajustados y dar el máximo rendimiento. En los momentos de máxima presión, he aprendido a prestar mucha atención a mí misma y a reconocer determinados síntomas como el cansancio, sentirme irritada fácilmente o actuar a un ritmo frenético. Actúo en consecuencia tomando un poco de distancia, tratando de ver las cosas desde otra perspectiva e involucrando, si es necesario, a otras personas. Estoy convencido de que el estrés y los retos que debemos afrontar también nos dan la fuerza y la energía que necesitamos para hacer las cosas o para transformarlas. Para gestionar mi nivel de energía y rendir al máximo a largo plazo, tengo siempre en mente esta cita: «Solo puedes acelerar si eres capaz de frenar». ¡Por eso me gusta parar periódicamente para hacer una pausa, tomar un café o charlar con alguien del trabajo!

Sebastian Kanthak, consultor en Alemania:

Trato de vivir el momento en la medida de lo posible y tengo una cita para esta actitud: “Donde estoy es donde quiero estar”. Mi nivel de energía lo lleno con un poco de ejercicio cada día y poniendo el foco en todo lo que hay de positivo en el momento presente. Una sugerencia rápida: estés donde estés, inspira y espira con normalidad y cuenta tu respiración 10 veces.

Sam Richardson, consultor en Estados Unidos:

En primer lugar, tengo que reconocer la causa de mi agotamiento emocional. En segundo lugar, tomo medidas preliminares para evitar caer en esa trampa. Pero si acabo cayendo, me remito a experiencias pasadas que me ayudan a eliminar la ansiedad que pueda sufrir. Para mí es un tema puramente de mentalidad.

Administro mis niveles de energía siguiendo una dieta saludable, marcándome como prioridad el ejercicio periódico y, por último, trabajando a un ritmo que optimice las actividades programadas de cada día. Confío en que las personas de mi entorno lleven a cabo las tareas encomendadas y en mi capacidad de adaptarme a todas las circunstancias. También me recuerdo a mí mismo que no estoy practicando ninguna cirugía cerebral.

Philippe Chapel, consultor en Bélgica

Me encanta lo que hago; y cuando las cosas se complican, me pregunto por qué me encanta. He aprendido a vivir en el «ahora» y a estar conectado con imágenes precisas de lo que quiero materializar. Me tomo la vida sobre la marcha y busco la belleza (a veces oculta) que hay en esta actitud. Después de un día intenso, me tomo entre 15 y 45 minutos para hablar con gente que me hace reír. Sea cual sea el punto en el que se encuentre una tarea, dejo de trabajar a las 7 de la tarde y me pongo a hacer actividades relajantes y vigorizantes. A no ser, claro, que se trate de una tarea que me apasione, en cuyo caso sigo hasta que esté acabada.

Ioannis Lagoudakis, consultor en Grecia:

Soy una persona de hábitos. Para aguantar las puntas de estrés, recurro a estos rituales:

• Empiezo poco a poco por la mañana: me quedo en la cama 5 minutos escuchando música de Hans Zimmer o Max Richter mientras el café está en marcha.
• Me aseguro de dejar 20 minutos para el almuerzo, ya sea en compañía de alguien de la oficina o solo en algún parque cercano. No quiero tener a mano ningún dispositivo electrónico.
• Antes de irme a dormir, apunto en mi diario: ¿Qué recordaré del día de hoy? ¿Cuáles son las tres cosas por las que puedo sentirme agradecido?

Cada persona es distinta, al igual que las cosas que les motivan o les desgastan. Por eso, si respetas tu personalidad y sabes lo que te conviene, podrás tomar medidas para incorporar más actividades de ese tipo en tu día a día. También es importante poner límites. Emplea tu tiempo con inteligencia, céntrate en tus prioridades y haz cosas que sean importantes para ti. Sin embargo, a veces no nos queda más remedio que aceptar que todos tenemos nuestras dificultades y nuestros problemas.

¡Con Krauthammer transfórmate en un mejor líder!

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