Provimi

We Sense

PROVIMI, una empresa líder en el sector de la nutrición animal con más de 16.000 empleados, se fusionó con otras cinco empresas para crear el grupo PROVIMI. Para poder abordar los desafíos planteados por el mercado y satisfacer las ambiciones del nuevo grupo, el equipo directivo decidió que era de vital importancia crear una sensación de unidad entre los equipos humanos para poder fusionar las distintas culturas corporativas.

We Bridge

El análisis conjunto llevado a cabo por Provimi y Krauthammer puso de manifiesto que la creación de una cultura de liderazgo común era el elemento fundamental para lograr la unidad y el compromiso de los empleados. El trabajo se focalizó en un conjunto de prácticas y conductas de gestión que era necesario mejorar.

We Design

Se diseñó el “Programa de Desarrollo de Liderazgo” en torno a 3 áreas de desarrollo. La primera analizó la “gestión de los resultados” y la “gestión de las situaciones complejas”. La segunda puso el foco en “el espíritu y la creación de equipos” y el “desarrollo de conductas de capacitación”. Por último se analizaron las situaciones individuales y se afianzaron los comportamientos de la vida diaria de los directivos.

Cada año se trabajó un área, y en cada una se persiguió un objetivo diferenciado:

1. Buenas prácticas y habilidades principales de gestión conductual
2. Seguimiento y refuerzo del primer programa
3. Desarrollo personal, afianzamiento y uso compartido de las nuevas habilidades adquiridas

We Facili’train

Para poder empezar desde arriba y mostrar ejemplaridad al conjunto de la empresa, el programa se inició con un taller con los miembros de la junta directiva basado en dos ejes principales: optimizar el rendimiento del equipo directivo y desarrollar las habilidades de liderazgo individuales. Hasta la fecha el programa, que sigue aplicándose, ha contado con la participación de 83 personas en Francia.

You Drive

El impacto observable es el cambio en la comunicación que se ha hecho entre los equipos humanos: la comprensión mutua entre los empleados ha mejorado y, por eso, el nivel de colaboración es mayor. Además, el hecho de emplear un lenguaje y haber creado una cultura compartida entre los directivos no solo les ha dotado de las herramientas necesarias para responder a los desafíos planteados, sino que también se percibe como uno de los factores más importantes para que la propia organización actúe como un solo bloque.